sábado, 22 de noviembre de 2008

Mercado Medieval. Día 2, parte 2

Tras interrogar a los señores vendedores sobre sus productos y alegrarle el día a un creppero, decidimos reponer fuerzas con un kebab y una cola*.

Comida en mano, nos alejamos a un rinconcillo tranquilo, algo apartado de los puestos; pero no demasiado. Cerca de nuestro campamento se había afincado un grupo de amig@s con sus hijas. Como buenas madres precavidas que eran, ya se conocían el percal de ediciones anteriores y habían llevado su mochilita con bocatas de panceta y zumitos variados. Soltaron a las bestias pardas para que asaltaran a los grupos vecinos y nos lanzaban frases animadas entre muerdo y muerdo mientras insistían a sus respectivos para que se alimentaran.
Realmente me sorprende la capacidad multitarea de las madres.

Después de dejarnos la boca con regustillo a guindilla y comprobar que los comerciantes tenían cara de morirse de hambre, nos topamos de nuevo con el Caballero de Fratre y sus amiguitos. ¡Qué emoción! De inmediato entablamos conversación/interrogatorio.
-¿Sois de algún grupo de teatro?
Ahí, Medias, preguntando lo obvio.
-Somos de la agrupación "Los Fratres de Cáceres"
-Y esa ropa... ¿Es vuestra o la habéis alquilado?
-No, esta es nuestra ropa. Normalmente vestimos así y dejamos los vaqueros para ocasiones especiales. Jejeje.
-Jajaja. Pues está genial... ¿Cuánto pesa?
-Entre la armadura, la espada y la cota, en total son unos veinte kilos.
En este momento, Novia Cadáver y yo abrimos la boca de la sorpresa. Estiramos las manos hacia la capa y comprobamos la calidad del vestuario.
-¿Quieres coger mi espada?
Novia Cadáver, toda emocionada, echa mano a la empuñadura de dicho arma. Con cuidado, la extrae de su funda y la ilusión se refleja en su rostro. La hoja mellada en mil batallas, kilo y medio de metal forjado. Impresionante.
Jo, quiero una.
De reojo, veo que Pinceldepelodemarta ha echado el lazo a un caballero solitario y también lo interroga, acorralado entre unas mesas rebosantes de gente y un puesto de embutidos.
Regreso mi atención al que nos hablaba.
-¿Vais a hacer demostración de esgrima?
-Si, esta tarde, entre las seis y las nueve.
-¡Genial! ¡No quiero perdérmela!


Finalmente, tras comprobar que estábamos sin un chavo, optamos por reponer dinero en el cajero y así dejar a los comerciantes y caballeros alimentarse un poco.
Si en el fondo somos buenas y todo.
En el camino, Pinceldepelodemarta nos informó sobre los datos obtenidos: Pertenecían al club de esgrima y ya había conseguido precios y horarios para apuntarnos.
¡Yupi! No se librarán de nosotras tan fácilmente. Muajajajajá.

Varias compras después, llegó la hora de la demostración de Cetrería y la exhibición de pelea con espada larga. Pero antes, la creppe-merienda de chocolate y el euro perdido...
...To be continued.


*Gourmetconsejo del día: No mezclar comida picante con refresco de cola, las burbujas hacen que pique más la lengua.

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