martes, 13 de octubre de 2009

Comida de hospital.

"Comer es un placer."

Dicen que la comida de los hospitales es mala, sosa y monótona. Yo no logro recordarla, hace demasiado tiempo que no me dan de comer en uno.

En la puerta del cuarto donde está JimenaNena ingresada tienen colgada la amenaza semanal. Es un papel viejo, muy viejo, decolorado por los años, medio roto y pegado mil veces con esparadrapo.
Para cada día de la semana tienen dos primeros, dos segundos y dos postres. No salen de ahí. Así que entre PapáCigüeña y yo le hemos ido colando pequeñas delicatessens culinarias tal como jamoncino cortado del bueno, mantequilla de la de verdad, orejones, ciruelas pasas, fruta fresca... Abres una de las taquillas y el olor de tanta acumulación de manjares te golpea delicadamente, invitándote a adentrarte en un mundo de sabores que la comida de hospital trata de hacerte olvidar.
Para rematarle la faena y bajo amenazas de sondarla la obligan a tomarse unos batidos proteínicos especiales que saben a una mezcla entre helado de vainilla del malo y medicamentos. Tres diarios. Así que, para contrarrestarle tal tortura, todas las mañanas le subimos una tostadina recién hecha con pan del rico, algunas veces catalana, otras sin nada para que pueda untarle la mantequilla.

Nosotros comemos fuera, de menú en la cafetería del hospital. Si algo distingue a este tipo de cafeterías del resto es el estilo culinario: Comidas saladas a rabiar, de rancho y hechas a desgana.
Siempre me quejaba de lo mal elaborados que estaban los menús en mi trabajo; pero en estos días he descubierto que hay un lugar aún peor: un lugar de leyenda en el que los alimentos nadan en las salsas, la margarina forma una fina película grasa en tu boca al tragarla y, de vez en cuanto, te intoxicas y te entran los mil males cuando el baño público más cercano está al final de un largo pasillo que se vuelve eterno.
Es un lugar en el que aprovechan las sobras del día anterior para realizar el menú de la noche y donde no ves una hoja de lechuga si pueden evitarlo.

Decididamente, los hospitales se llevan Cuatro Tenedores en la Guía Gansa del Peloche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dale "records" a Jimena Nena de mi parte y el más grande de los besos y los abrazos. Que se alegre pensando que cuando salga y esté buena se podrá tomar una buena tostada de pà amb tomàquet, aceite y ese jamón tan deliciosamente bueno que teneis por allí.
The Teacher.

Medias dijo...

Muy amable. Mensaje recibido y transmitido. De parte de JimenaNena: "Gracias desde mi celda."